AUTONOMÍA TERRITORIAL: DESARROLLO LOCAL Y CRECIMIENTO REGIONAL

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Por: Balmore González Mira 

Haciendo un repaso mental por nuestras regiones, las mismas que en extensión y hasta en población, pueden ser más grandes que muchos países; por ejemplo, el departamento de Antioquia es más extenso que Costa Rica;  y Urabá sola es el 20% de ese exitoso país de Centroamérica. El Salvador, para seguir la comparación, es apenas el doble de Urabá.  Estos dos ejercicios nos sirven para decir que en población podemos ser muy similares en el departamento a esos dos países, lo cual nos depara un universo de oportunidades para el crecimiento económico, en la búsqueda del cierre de brechas sociales.

El comparativo lo traigo a colación, dado que el crecimiento y el desarrollo económico de las regiones es entendible en la medida que haya AutonomíaTerritorial, es decir,  Fiscal y administrativamente,  lo que implica unas normas dónde la descentralización no sea únicamente la de funciones y no la de recursos. Y lo que pasa en nuestro país, es totalmente al contrario, con una recentralización asfixiante en materia presupuestal.

La Autonomía en todos los órdenes implica más posibilidades de generar empresas desde las localidades, para que haya más ingresos y puestos de trabajo y el empleo produzca un pago justo a los trabajadores para que más familias logren satisfacer las necesidades básicas en toda la población, evitando la migración a las ciudades.

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Uno de los primeros ítems que lleva desarrollo en lo local con una verdadera autonomía es la construcción de buenas Vías, estas llevan una conectividad posible para acceder a muchos servicios básicos, tales como Saneamiento básico, Educación,  Salud y servicios públicos que son determinantes en la cadena de construcción de posibilidades para salir de la pobreza absoluta. 

Hoy son fundamentales las alianzas público privadas y la coexistencia de empresarios fuertes que generen muchos empleos y ganancias, suficientes para poder pagar impuestos sin que estén amenazados a desaparecer por parte del estado. Pero con un estado que sea el facilitador de los procesos de crecimiento y que garantice con esos impuestos la seguridad, física y jurídica, para que haya confianza inversionista y se puedan generar muchos recursos financieros que mantengan en crecimiento económico al país. Sin seguridad no es posible nada en ningún territorio. Sin seguridad se cae inclusive el andamiaje jurídico y administrativo del estado, pues con el se derrumba la justicia, sin la cual los estados no existen.

El Crecimiento fiscal en los territorios es fundamental para que haya desarrollo y es absolutamente necesario en la 

Autonomía consagrada en la Constitución Política. En nuestro país y especialmente en lo regional, es fundamental fomentar la 

Agroindustria y para ello existen instrumentos como las Provincias, 

Áreas metropolitanas e incluso las asociaciones de municipios, que manejen con juicio propositivo los proyectos comunes. Es hora de seguir haciendo la tarea en buscar el fortalecimiento de los entes territoriales para que un estado paquidermico y centralista no pare el desarrollo y menos cuando al frente de este se encuentren gobernantes que no ejerzan una dirección con elementos de justicia y equilibrio, sino todo lo contrario, con elementos de injusticia ideológica o con desequilibrios mentales que llegan al odio y a la sin razón, destruyendo lo históricamente construido.

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