Por: Balmore González Mira
Adorada Mamá,
En este día de Madres quiero a través tuyo dejar claro el significado de una verdadera mamá.
Tal vez cuando nací solo esperabas de mí que te diera alegría y satisfacción como muy seguramente lo esperan todas las madres de sus hijos. Tal vez en tus 94 añitos hayas recibido de todo un poco. Alegrías, tristezas, desengaños, frustraciones, satisfacciones; pero en unas y en otras siempre has estado ahí, con la mirada correcta en el momento correcto, con la palabra precisa en el momento preciso, con el sabio consejo en el momento oportuno, con la mano extendida para ayudar a levantarse ante una caída.
En cualquier momento y en todo momento eres fuente de consulta, con la respuesta inteligente y precisa que solo una Madre como tú puede dar.
Cuando veo y escucho a mi esposa, a la mamá de mis hijos, orientar a los nuestros, me pregunto si tal vez puede ser un regalo de Dios haberle dado a tus nietos esa mamá, su entrega diaria por ellos durante todos los dias de su existencia, como tú, con los tuyos. Vivir toda una vida solo en función de sus hijos, es una tarea que solo cumplen las verdaderas Madres.
Hermosa Mamá, el amor entrañable que tienes por nosotros, tus hijos, por tus nietos y por mi esposa, es suficiente premio para mi vida de la que me siento un privilegiado, pero que lo que ahora cosecho, todo te lo debo a tí.
Tal vez una de las satisfacciones mayores que te haya dado en mi vida han sido mis hijos, tus nietos, tal vez a ellos los amas como a tus hijos, a los que aún a tus cortos 94 añitos sigues pendiente de todos en la familia, cómo si aún fuéramos unos niños, ¡Qué corazón protector de Madre por Dios!
A veces creo que no es justo llegarte con inquietudes y problemas para que orientes, ya es hora de que a tí solo se te lleven comentarios positivos, que no tengas de que preocuparte, pero es imposible no preguntar tu opinión, pareces como el oráculo griego, como ese que narran las escrituras de la antigua Grecia, que durante más de mil años en Delfos, al pie del Parnaso, fue fuente de consulta de sabios y comunes.
¡Dios te guarde siempre Madre!