En las verdes colinas de la vereda El Romeral, municipio de Caicedo, algo extraordinario está sucediendo. En una mezcla de juventud, conocimientos y compromiso, los estudiantes de publicidad de la Universidad Católica Luis Amigó y el Ejército Nacional están dejando una huella imborrable en las vidas de los habitantes rurales.
El sol apenas se asomaba cuando los estudiantes, cargados de materiales y entusiasmo, llegaron a El Romeral. Junto a ellos, los soldados del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N.º 7, parte del programa Fe en Colombia, estaban listos para un día lleno de aprendizaje y colaboración. Este no era un día cualquiera; era el comienzo de la escuela de líderes, una iniciativa que forma parte de la campaña Mi Vereda Modelo del Ejército Nacional, y que promete cambiar el panorama económico y social de la región.
La jornada comenzó con un taller sobre desarrollo de marca. Los agricultores locales, con sus rostros curtidos por el sol y la tierra, escuchaban atentamente mientras los jóvenes explicaban cómo una marca sólida puede transformar sus productos en símbolos de calidad y tradición. No era solo teoría; cada consejo, cada idea, estaba diseñada para aplicarse directamente a sus cultivos y productos artesanales.
Luego vino el turno del marketing y la comercialización. En un mundo cada vez más digital, aprender a utilizar las redes sociales y otras herramientas en línea es crucial. Los estudiantes enseñaron a los agricultores cómo tomar fotos atractivas de sus productos, cómo escribir descripciones que capturen la esencia de sus esfuerzos y cómo llegar a un público más amplio sin salir de sus veredas.
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Pero no todo fue tecnología. La productividad en el agro fue el tema central de la tarde. A través de prácticas sostenibles e innovadoras, los participantes aprendieron cómo mejorar sus técnicas agrícolas, hacer un uso más eficiente del agua y los recursos, y aumentar su producción de manera respetuosa con el medio ambiente.
Jimena Isaza, directora del programa de Publicidad de la Universidad Católica Luis Amigó, no pudo ocultar su orgullo. “Ver a nuestros estudiantes aplicar sus conocimientos en un entorno tan diferente y ver cómo la comunidad responde con tanto entusiasmo es realmente inspirador”, comentó.
Y la respuesta de la comunidad fue impresionante. Los líderes rurales no solo absorbieron la información, sino que comenzaron a aplicarla de inmediato, compartiendo ideas y planificando cómo mejorar sus emprendimientos. La energía en el aire era palpable; una mezcla de esperanza y determinación que prometía grandes cambios.
Este esfuerzo conjunto entre la universidad, el Ejército y la comunidad local es un ejemplo perfecto de cómo las alianzas estratégicas pueden generar un impacto real y duradero. En un rincón de Antioquia, lejos del bullicio de las ciudades, una transformación silenciosa está en marcha, impulsada por el conocimiento, la colaboración y el deseo de un futuro mejor.
Desde *El Occidental*, seguiremos de cerca estas iniciativas que muestran el verdadero espíritu de la comunidad y la capacidad de cambio que surge cuando diferentes sectores de la sociedad se unen con un propósito común.
