Informe especial El OCCIDENTAL
Uno de los países más poderosos e importantes del mundo se apresta para celebrar las elecciones más polarizadas y disputadas de su historia el próximo 5 de noviembre.
La reñida disputa entre la actual vicepresidenta Kamala Harris hoy favorita en las encuestas y Donald Trump, el controversial expresidente, tiene tan altas las temperaturas ideológicas, que no han logrado calentar el ambiente climático del otoño de octubre que fluctúa entre los 3° y 14° grados centígrados.
Pareciera que esta contienda solo tuviera connotaciones para los países más poderosos de la tierra, como los conflictos entre Ucrania y Rusia o tal vez para hablar del tema en la franja de gaza o para atacar o defender las posiciones de Palestina o de Israel.
Nada más alejado de la realidad; las elecciones de los Estados Unidos y sus resultados, tienen incidencia directa en toda América latina y las relaciones de estos países con el coloso del norte. Pero también en las políticas aplicadas para los migrantes, turistas y aspirantes a residentes de todas las latitudes y obviamente en la economía global y en las relaciones directas con los gobiernos de cada nación.
Reacciones variadas
El OCCIDENTAL ha estado escuchando las opiniones de habitantes en los Estados Unidos, tanto nativos, como residentes y migrantes para hacerse una impresión de lo que piensan y de las consecuencias de un triunfo de los republicanos o de los demócratas. Hemos visitado New York, y los estados de New Jersey, Delaware, Pensilvania y Washington D.C. dónde hemos oído diferentes conceptos.
La familia Restrepo, originarios de Colombia y compuesta por 4 miembros, padres y dos hijos, que ingresaron hace 14 años a los Estados Unidos, después de recibir el asilo, luego les otorgaron residencia, y ahora han obtenido su ciudadanía hace dos años, después de cruzar un camino legal, tortuoso y supremamente costoso. Uno de los hijos de esta pareja se ha casado con colombiana y la otra hija con un gringo, gringo, que no habla nada de español. Los seis miembros de este núcleo votarán por Trump a pesar de que sus políticas no sean muy amables con los inmigrantes; la razón que fundamenta su decisión es que ellos hicieron el recorrido como debe ser, bajo las obligaciones de las leyes de norteamerica y ahora trabajan exitosamente de manera legal. No ven con buenos ojos al actual gobierno y lo comparan con el anterior y aseveran que en lo económico fue mejor Trump que lo que ha sido Biden.
Shawn Quailer es un norteamericano puro, nacido en todo el corazón de New York, exactamente en Long Island, republicano como el que más, hace la defensa de su candidato Trump basado en lo que para él ha sido un mal gobierno actual. “Soy republicano a morir, los demócratas nos tienen el país completamente desordenado con su permisividad y el irrespeto a las leyes. promueven que la gente no trabaje y es hora de recuperar la economía”, dice de manera seca y contundente.
En el estado de Pensilvania y especialmente en Filadelfia se ve más favorable el tema para Kamala y esto es un poco explicable en la medida que allí subyace un sentimiento histórico asociado a las libertades otorgadas por el partido demócrata. Hay sectores proabortistas y otros abogando por la legalización del consumo de marihuana en toda la nación. Las calles de New York y el sector de Manhattan son hoy un desorden lleno de drogas, gracias a los gobiernos demócratas, dicen los republicanos.
En Washington, el corazón del gobierno federal, las opiniones están más divididas y como es costumbre en el pueblo norteamericano hay demócratas y republicanos por todo el Distrito Capital.
También se nota que tanto los partidarios de ambas ideologías hacen cuentas sobre en qué estados van ganando y en cuáles pudieran perder para poder obtener los votos suficientes que les permitan tener a su presidente.
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¿Cómo se ven afectados los colombianos?
Uno de los casos que más afecta a los colombianos que no han conseguido sus documentos en muchos años, es el riesgo de lo que viene proponiendo Trump y que sean deportados a su país de origen. Consecuencialmente con ello caería la entrada de divisas a Colombia; pero hay un tema que no tiene cálculos en las relaciones internacionales y es lo que pasaría en las políticas de Trump en caso de ganar, y las relaciones con el gobierno Petro, lo que nos llevaría a pensar que podrían deteriorarse las mismas, dadas las ideologías tan diferentes entre ellos.
Lo que podría favorecer más a las políticas del presidente Petro, sería un triunfo de Kamala, pues ya hay una ruta establecida que se mantendría por lo que resta de su mandato.
De alguna forma entonces, de manera directa o indirecta las elecciones en Estados Unidos afectan favorable o negativamente la economía de Colombia.
En materia de migración Trump ha sido demasiado duro en sus propuestas de campaña y las compara con lo que ahora han permitido los demócratas en el actual gobierno. Así mismo se esperaría un cambio radical en las políticas antidrogas en caso de ganar Trump.
Queramos o no, Colombia depende en gran medida en su economía de las políticas que se implementen en los Estados Unidos, y sea quien fuere el elegido el próximo martes 5 de noviembre, en unas elecciones que ya ha comenzado con los votos anticipados, en un modelo electoral de la que se ha considerado una democracia férrea que se ha mantenido por más de 200 años en la historia de los países que eligen libremente a sus gobernantes.
Sin embargo, muchos norteamericanos consideran que no ha habido debates de altura y profundidad porque los dos candidatos favoritos a dirigir los Estados Unidos desde enero próximo, no dan la talla de estadistas que este país ha tenido y merece. No hay nada definido en un foto finish electoral donde Trump o Kamala será el ganador por muy pocos votos. Ahí no habrá muchas sorpresas, y la última encuesta difundida al cierre de este informe, habla de un 49% para Kamala y un 47% para Trump, sin embargo las votaciones de los colegios electorales podrían dar otros resultados.
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¿Cómo funciona el Colegio Electoral?
Después de que el sufragante emite su voto para elegir al presidente, ese voto pasa a un conteo estatal. En 48 estados y Washington, D.C., el ganador consigue todos los votos electorales de ese estado. Los estados de Maine y Nebraska asignan a sus electores con un sistema proporcional.
Un candidato necesita el voto de al menos 270 electores (más de la mitad del total) para ganar la elección presidencial.
Por lo general se proyecta al ganador la noche de las elecciones en noviembre, cuando termina el conteo de los votos de los ciudadanos. Pero la decisión final viene con los votos del Colegio Electoral, cuando los electores se reúnan en sus estados.
Aunque la Constitución no exige que los electores voten por el candidato elegido por el voto popular de su estado, algunos estados sí lo exigen. Si un elector vota por otra persona, puede ser multado, descalificado y reemplazado por un elector sustituto, o incluso podría ser procesado por su estado.