Por: Balmore González Mira
¿Por qué todo lo que este gobierno nacional toca lo destruye?
La respuesta es más simple de lo que se podría pensar: porque no saben administrar y no tienen idea de gobernar bien. Un estilo de gobierno ideologilizado que fundamenta sus propósitos en el resentimiento social, en una supuesta “igualdad”, en una mentirosa “equidad” y el en desproposito de destruir lo históricamente construido, solo conduce a pésimos resultados y al sufrimiento y más empobrecimiento de su población.
Comencemos, destruir la seguridad de un país y sumirlo en el miedo de ser atacados en cada esquina por los grupos criminales fortalecidos por el mismo gobierno, es el inicio de una etapa histórica que no deseábamos volver a vivir. Las fuerzas militares maniatadas, los helicópteros en tierra y el presupuesto disminuido y la orden de no atacar a los delincuentes, nos ha llevado hasta que los mismos soldados y policías sean secuestrados unos, humillados otros y hasta masacrados en la oscuridad del abandono estatal muchos. Acabaron con la seguridad jurídica y la seguridad en muchos sectores.
La salud ha sido otro de sus propósitos destructores, la intervención de las mejores EPS y que estas precisamente sean las que están peor desde que el gobierno nacional las empezó a “manejar”; se inventaron un sistema para los maestros de Colombia y hoy ellos mismos denuncian que están en el peor momento de atención a su salud. Se inventan cifras con las que solo quieren engañar a la comunidad. Nada les cuadra.
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La educación está en su peor momento histórico, el Icetex literalmente “lo acabaron”, menos estudiantes en las aulas, la calidad ha bajado y de las promesas de mejoramiento de infraestructura y construcción de nuevas universidades no hay ninguna cumplidas.
Acabaron con la programación de las megaobras que necesita el país para salir del subdesarrollo, las vías 4G y la financiación de las mismas quedó en el limbo desde el gobierno nacional. Departamentos y municipios, como el de Antioquia y Medellín han tenido que asumir lo que un gobierno incapaz y derrochón abandonó. En otras regiones no han podido hacerlo.
Destruyeron la gobernanza, la que existía entre el presidente y los gobernadores y todos los alcaldes del país; hoy la inmensa mayoría de los 32 gobernadores y de los 1.103 Alcaldes popularmente elegidos en Colombia, rechazan las formas del actual gobierno nacional que no los respeta, no los apoya y muchos de ellos en los 20 meses de gobierno no han hablado ni una vez con el incumplido presidente petro.
Acabó la relación con los empresarios que han construido país, que han generado empleo y riqueza, solo se preocupan por mostrar unas cifras y una reforma laboral que ha generado más empleos informales y que tiene adportas del cierre a las pequeñas y medianas empresas.
Acaba con sus insultos e insinuaciones con la imagen de periodistas, del Congreso, de las altas Cortes y de la jurisdiccion electoral cuando denuncian, legislan y fallan en su contra o no le gustan sus decisiones. Acabando de paso con la administración de justicia.
Viene acabando aceleradamente con el sector minero energético, dónde se soporta gran parte de nuestra economía. Se prevé que en dos o tres años habrá apagón en Colombia y la economía minera que mantuvo a flote al país durante la pandemia, se está resintiendo porque este gobierno no lo deja avanzar. El cierre de exploraciones y explotaciones nos llevan a la caída de la economía.
Acabó con la diplomacia y las relaciones internacionales construidas durante 200 años. Pero lo más grave es que acabó con la dignidad de ser Ministro, un cargo que estaba destinado para los más grandes y estructurados profesionales preparados en el país, ya no tiene ese valor. Se le entrega al activista más grosero.
Está acabando con Ecopetrol cuando siempre nos dijeron que era la única empresa que jamás nadie podría acabar.
Pero también ha acabado con la confianza en las instituciones, en los servidores públicos, en el estado y sus representantes. Y lo más grave, en la honorabilidad de la magistratura de la presidencia de la república.
¿Queda alguna duda que este es un gobierno destructor?
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