Por: Balmore González Mira
Con todo el temor a equivocarme fue tal vez en el año 2003 que se habló por primera vez como estrategia electoral de la fórmula AMA, Alianza Medellín Antioquia; en ella confluyeron Aníbal Gaviria Gobernador y Sergio Fajardo Alcalde, en la cual volvieron a encontrarse cambiando roles de gobernador a alcalde en el año 2011.
Este componente discursivo que no era algo diferente que trabajar de la mano entre el Gobernador del Departamento con el alcalde de Medellín, fue solo un eco sonoro de propaganda electoral que en nada se vio representada durante estos gobiernos, al parecer los egos no dejaban germinar la semilla de ayuda y cooperación que tanta utilidad podría generar para todos los antioqueños; con menos ruido o tal vez con un silencio tácito, tampoco se dio en los gobiernos de Luis Alfredo Ramos Gobernador y Alonso Salazar Alcalde durante el periodo 2008 – 2011, cómo tampoco en el periodo 2016 – 2019 dónde coincidieron como gobernantes Luis Pérez y Federico Gutiérrez, dónde hubo respeto, pero también distancias.
En el periodo de gobierno inmediatamente anterior no fue la excepción y si bien Aníbal Gaviria como gobernador trató de hacerse a la cercanía del alcalde de Medellín Daniel Quintero, le fue peor que cuando ganó Petro, que se derramó en elogios hacia el recién elegido presidente, junto con su secretario de gobierno, pero ni siquiera hubo luna de miel con el gobierno nacional que pronto mostró su animadversión con el departamento de Antioquia, igual le pasó al gobernador con el alcalde de Medellín Daniel Quintero, dónde como en la famosa ranchera, la distancia entre los dos era cada día más grande. No hubo forma de ver unidos a Antioquia y Medellín trabajando en una misma dirección de desarrollo, en un nefasto cuatrienio anterior para la ciudad de Medellín.
Lo que hoy estamos viviendo y tal vez desde la campaña de octubre de 2023, entre Fico como alcalde de Medellín y Andrés Julián Rendón como gobernador del departamento, es un momento esperanzador, un matrimonio indisoluble que el mismo alcalde ha denominado Antioquia y Medellín Unidas, con pronunciamientos al unísono en defensa de toda Antioquia y su capital, con coincidencias de lenguaje que nos llevan a sospechar que esta unidad será de largo aliento.
Defensa de la autonomía, solicitud para culminación de las grandes obras, respeto por lo nuestro; reclamos al gobierno central por el abandono y la inseguridad, y un examen crítico a la fallida paz total, entre otros temas, gozan de la aceptación mayoritaria hoy del pueblo antioqueño que ve con buenos ojos la tarea que recién comienzan sus gobernantes y que lo interpretan como el mandato que les han dado para defender nuestra tierra.