Por: Balmore González Mira
Esta maravillosa región antioqueña, compuesta por 11 municipios, Vigía del Fuerte, Murindó, Mutatá, Chigorodó, Carepa, Apartadó, Turbo, San Pedro, Necoclí, San Juan y Arboletes; tiene en su jurisdicción lo que ninguna en el mundo puede albergar.
Dentro de las múltiples riquezas de esta zona elegida por el creador para ser el paraíso terrenal de la humanidad, encuentras no solo el mar, sino los ríos, selvas y flora más diversa de la naturaleza; aves y fauna silvestre que la convierten en un espectáculo único para el disfrute de los amantes de este escenario; sin contar que en sus ríos y mar está la riqueza alimentaria para la supervivencia del ser humano.

En Necoclí, por ejemplo, se encuentra una cadena volcánica única, los manglares y ensenadas que hacen que este patrimonio natural tenga que ser declarado de conservación para la humanidad. Vigía del Fuerte y Murindó cuentan con la majestuosa presencia del río Atrato, el tercero más navegable del país, que desemboca en el golfo de Urabá, después de servir de transporte a una gran parte de las comunidades chocoanas que viven de él, por él y para él.
Mutatá y Chigorodó disfrutan de la potencia de sus ríos, ganadería, palma de aceite, piña, yuca y otros cultivos que los hacen fuertes en su economía. Carepa, Apartadó y Turbo, con sus sembrados de banano que exportan al mundo, son también potencias en esta materia.
San Pedro y San Juan de Urabá, con sus potencialidades en agricultura y este último con sus playas en Uveros, que apenas van a mostrarle al mundo, plantean la diversidad del sector agropecuario. Y ni que decir de Arboletes, el municipio que más ha despertado en turismo, su transformación, que en gran parte se le debe al liderazgo de su eterna alcaldesa, Diana Garrido, que se fue de este mundo el pasado 5 de abril. Turismo que está acompañado de una deliciosa gastronomía y un incomparable paisaje de atardeceres y lunas rojas. No podemos dejar por fuera a sus nativos, con una vocación deportiva y unos fenotipos que los han hecho brillar por todo el universo, en variadas disciplinas.

Lo que viene para Urabá está a punto de llegar en menos de lo pensado, antes de un año habrá un gran puerto marítimo para comunicarnos con todo el mundo, Puerto Antioquia será el icono empresarial orgullo de toda Colombia, partirá la historia de Antioquia en dos, antes y después del puerto.
Urabá se prepara para ser una Área Metropolitana con cambios en su administración y autonomía, con consecuencias positivas para emprender obras comunes, como el acueducto regional; como el manejo de los residuos y el nacimiento de organizaciones que lideren los temas ambientales al lado de Corpourabá.
Se viene el reto de ir pensando en un transporte masivo ferroviario multimodal entre Mutatá y Arboletes, con un puerto seco en el primero y unas zonas de recorrido turístico en los municipios del norte; un transporte que preste servicios de toda índole y que trabaje las 24 horas, con transporte de turistas, mercancías para importación y exportación, residuos a plantas de aprovechamiento y tratamiento; transporte de combustible horarios nocturnos y hasta de agua de unos lugares a otros más desérticos.

En fin, Urabá es y será potencial mundial, con sus gentes preparadas académica y conscientemente para lo que llega y con empresarios que seguirán haciendo que esta región siga siendo la mejor de Colombia.
¿Ahora entienden por qué necesitamos urgente el Túnel del Toyo funcionando completamente? Pues porque las vías entre Santa Fe de Antioquia y Cañasgordas van a colapsar con los miles de camiones subiendo y bajando. Y hoy, por ejemplo, ir de Medellín a Dabeiba son 3 horas, con Puerto Antioquia funcionando y sin el Túnel del Toyo en servicio, serán 7 horas detrás de estos camiones que colapsarán infernalmente este trayecto. ¡Urabá, Potencia Mundial!
