Por: Balmore González Mira
El pasado 24 y 25 de julio viajé al paradisíaco golfo de Urabá, bastaron unas pocas horas desde Medellín para atravesar la cordillera occidental, no sin antes soñar despiertos con mis compañeros de viaje, sobre el anhelado paso por el Túnel del Toyo, el mismo que inexplicablemente nos están retrasando desde las esferas nacionales y que nos pondrá a 4 horas del mar en Turbo.
Cuando dejamos el occidente que termina en Dabeiba, se abre paso lo que podríamos denominar la tierra prometida, la Urabá productiva que arranca en Mutatá y continúa serpenteante hasta Chigorodó, pasa rauda por Carepa, Apartadó y Turbo, dónde se encuentra el mar de las oportunidades, en el mismo donde se está construyendo Puerto Antioquia; al fondo de un lado Vigía del Fuerte y Murindó rodeados del rio Atrato y hacia el otro la despensa agricola y ganadera de San Pedro de Urabá, con su fertilidad y productividad.
Avanzar por la vía hacia Necoclí produce alegría, la misma que genera diversas sensaciones cuando dejas la tierra del conquistador Alonso de Ojeda y tomas la vía hacia San Juan de Urabá y Arboletes.
Sensaciones diversas porque el paso por el mágico Uveros, tierra de ríos rosados y la llegada al fantástico mundo de Arboletes, con nada se justifica que tengan la peor vía de la región del Urabá Antioqueño. Vía abandonada por el gobierno nacional, a través de Invias, a quien corresponde su mantenimiento.
Disfrutar de Arboletes y su transformación, el sueño de los arboletinos que dejó casi cumplido su alcaldesa Diana Garrido, de quien su pueblo recuerda permanentemente por lo que hizo por su gentes y la orfandad en que muchos se sienten allí y en la región. Pregunté por el proyecto de acueducto y este será otro sueño que se cumplirá para su comunidad.
Arboletes definitivamente es hoy el polo del turismo del mar de Antioquia, allí encontré nuevas ofertas hoteleras y gastronómicas, a sus habitantes pensando y actuando como verdaderos anfitriones de su fuente de ingresos, en dejar satisfechos a sus visitantes, para consolidar allí, en el norte de Urabá, la mágica región del mar de Antioquia, dónde llegarán miles de turistas nacionales y extranjeros a satisfacer sus necesidades en materia de lo que busca un paseante por el mundo.
En este maravilloso municipio hay un volcán al lado del mar que te lleva a disfrutar de unas sensaciones cambiantes, pasar del calor del componente de esta lava azufrada, que según los expertos tiene altos beneficios para la piel, y luego a unos metros los visitantes se pueden juagar en el mar, para sentir la sensación de un spa natural que nos deja como nuevos o mínimamente renovados.
La gastronomía ha crecido y cada que llego a la localidad hay más oferta, entre comida de mar y deliciosos dulces a base de coco y panela.
Hay hoteles urbanos bien servidos y campestres con excelentes instalaciones y el referente hotel Riviera del Sol, que imponente se ha instalado para disfrute de niños y adultos, con una arquitectura temática de las películas de Disney que transporta a sus visitantes a otras latitudes del mundo.
Sin lugar a dudas, Arboletes es el nuevo paraíso de Antioquia, es el mar de Antioquia y es uno de nuestros municipios mágicos. ¡Arboletes definitivamente es un territorio mágico!