El fantástico fenómeno de la migración de las aves.

Por: Sergio A Restrepo Alzate

El pasado 11 de octubre se celebró el día mundial de las aves migratorias. Parece poca cosa para un día mundial. Sin embargo, no lo es porque los problemas que afectan a las aves migratorias conectan con problemas más generales, que implican al conjunto del planeta y, por supuesto, también a nosotros mismos.

El tema de la campaña para 2024 se centró en losinsectos al ser fuentes esenciales de energía para muchas especies de aves migratorias, no sólo durante las épocas de cría sino también durante sus extensos viajes, y afectan en gran medida a los tiempos, la duración y el éxito general de las migraciones de las aves.

A lo largo de sus rutas migratorias, las aves buscan activamente insectos en campos, bosques, humedales y diversos hábitats durante las escalas. El momento de la migración de las aves suele coincidir con el punto álgido de abundancia de insectos en los lugares de parada, lo que les proporciona alimento para reponer sus reservas energéticas antes de proseguir el viaje.

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La pérdida y alteración de las poblaciones de insectos en los lugares de cría y a lo largo de las rutas de migración de las aves amenazan su supervivencia y bienestar. Los espacios naturales como bosques y praderas transformados o amenazados por laagricultura intensiva y el desarrollo urbano y sus efectos, como la contaminación lumínica, pueden provocar un descenso de las poblaciones de insectos. Los pesticidas y herbicidas destinados a proteger los cultivos perjudican a los insectos de los que dependen las aves para alimentarse. La escasez de insectos ricos en energía y proteínas puede dificultar la migración y la reproducción de las aves, lo que debilita su sistema inmunitario, reduce su éxito de reproducción y aumenta las tasas de mortalidad tanto de las aves adultas como de sus crías.

Las migraciones de aves del norte en su paso por el occidente de Antioquia.

Las aves parten de las montañas de Estados Unidos cuando inicia la temporada invernal, pues escasean la comida y un hábitat adecuado, todo lo cual lo encuentran en la zona tropical. Es el llamado fenómeno de las migraciones boreales, que lo realizan cada año algunas especies de aves del norte, que huyen del cruel invierno y bajan en busca del trópico, a países como Colombia, Ecuador, Perú e incluso Argentina.

Colombia alberga el 20% del total de especies de aves de todo el planeta, más de 1932 recorren el país, al menos 79 de ellas son endémicas, una cifra que ni Canadá, Estados Unidos y México juntos logran superar; entre los tres, suman unas 1150 especies. Esto hace a Colombia merecedor del récord mundial en diversidad de aves.

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De las 275 especies de aves migratorias registradas en Colombia, 154 provienen de Norteamérica, lo que significa que nuestro país tiene una ubicación estratégica para ellas ya que es la región en la cual deben hacer su paso, casi obligatorio, para ingresar a Suramérica.

La región del occidente Antioqueño, por su ubicación geográfica, clima tropical y especies de flora, la convierten en el refugio perfecto, principalmente, para algunas aves migratorias que llegan de Norteamérica, y también, como parte de la ruta de más especies que siguen su viaje a otro país del sur.

Algunas especies que nos visitan

En Antioquia hay aproximadamente 900 especies de aves registradas en Colombia, 320 en el occidente de Antioquia, 50 son consideradas migratorias de largo alcance, sin contar varias especies que hacen migraciones locales, como algunos colibríes (Trochilidae), tangaras (Thraupidae) y otras aves que se alimentan con flores y frutos que salen en estaciones específicas. 

Entre estas especies migratorias que nos visitan por esta época de octubre están las “reinitas” que se encuentran varias del género Setophaga, como la reinita amarilla (Setophaga petechia)  que es común en zonas urbanas; y las reinita castaña (Setophagacastanea)  y la reinita gorjinaranja (Setophaga fusca) comunes en zonas rurales y bosques.

Así como las reinitas, están las “pirangas” (Pirangarubra)  y los “degollados” (Pheucticus ludovicianus) se quedan durante meses en la región antes de regresar a Norteamérica, esperando que la temporada invernal pase.

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También harán su paso  los Gavilán de alas anchas (Buteo platypterus), del oriente de Estados Unidos, y el Gavilán de swainson (Buteo swainsonii), del occidente, a cuyos vuelos se pegan el Águila pescadora (Pandionhaliaetus), el Halcón peregrino (Falco peregrinus), y el Gavilán tijereta (Elanoides forficatus), entre otras especies pequeñas.

Es un espectáculo que maravilla a ornitólogos, pajareros, biólogos y  los amantes de los animales, que aún ven enigmático cómo las aves se organizan, hacen sus recorridos y regresan milimétricamente a sus tierras.

Son bandadas de cientos de miles y hasta millones. Tal vez la nubosidad de estos días no las deja ver plenas, pero hay que estar atentos, en cualquier instante puede apreciarse su espectáculo danzando en las alturas de nuestras montañas y valles del occidente antioqueño, en especial los días 25 al 29 de octubre veremos cientos de rapaces sobre las montañas de la región.

Las aves migratorias son fundamentales para la preservación de la biodiversidad de nuestro entorno; son indicadores de la salud del ecosistema, el cambio climático y velan por la diversidad biológica. Es por esto, que durante el mes de octubre al conmemorarseel Día Mundial de las Aves Migratorias surge un llamado a la conservación de nuestro entorno natural, para que algún día en el futuro la migración de las aves no sea una leyenda o un mito demás.

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