Por: Balmore González Mira
Con la manida pero cierta frase de que el día de la mujer son todos, trataré en un corto escrito de hacer un homenaje a todas las mujeres del mundo, por el solo hecho de serlo, del ser maravilloso que es, y para no correr el riesgo de dejar por fuera a alguna de las cercanas, a quienes la conmemoración también las cobija.
La mujer que es Madre y ahí resalto a la mía que a sus 94 añitos no deja de dar consejos, de iluminar, de mostrar el camino, de señalar el sendero. Su sermón que más bien parece una premonición que a ratos asusta, sobre todo cuando en la evaluación final siempre sentencia “yo se lo había dicho” o peor aún “yo se lo advertí” y que continúa como un presagio calcado de la ficción a la realidad, aún en la adultez de sus hijos, la juventud de sus nietos o la infancia de sus bisnietos. Tal vez hasta dotes de hada tiene, dirán algunos; sabiduría plena dirán otros o clarividente aquellos. Cualquiera o todas las virtudes anteriores cuando se reúnen en un solo ser al que el creador le ha entregado todos los poderes, pero simplemente la bautizó como Mujer Madre.
Las mujeres tienen eso que le han llamado sexto sentido, pueden hasta estar en varios lugares a la vez como si tuvieran el don de la ubicuidad, reservado solo para un ser especial y supremo.
La conmemoración se aprovecha para representar las múltiples luchas de las mujeres en su camino por la igualdad de derechos y su participación plena en la sociedad. En mi círculo las mujeres han alcanzado esto y más, son el eje de nuestras vidas, son el motor y la razón de la existencia, Madre, Abuela, esposa, hija, hermana, ahí todas son el eje de ese sistema familiar que nos mantiene en pie. Podríamos aseverar con toda suficiencia que han logrado en esa lucha por la igualdad, un lugar especial, preponderante y merecido que las hace indispensables en nuestras existencias.
A esos seres maravillosos Dios las colme de bendiciones y de salud para que sigan orientando rectamente nuestros destinos. Seres mágicos, únicos y que llenan la vida de sabor, color y amor.