Por: Balmore González Mira
No hay voz más escuchada que aquella a la que se intenta silenciar.
Tal vez no hay unos mejores sinónimos para calificar lo que están tratando de hacer con la periodista y directora de la revista Semana que estos: silenciar, enmudecer, aplacar amordazar, callar.
Pero es que lo peor que puede pasar es que en un estado de derecho se presente el veto a la libertad de prensa, se amordace la misma y sobre todo de callar a quien esté haciendo una oposición a través del periodismo investigativo y a fé que esto es lo que ha hecho la revista Semana a través de su directora Vicky Dávila, en quien muchos colombianos hoy depositan la confianza y la esperanza para que sea la salvación de un país sumido en la desgracia. Según las últimas encuestas.
El mayor delito de la periodista en este caso, ha sido destapar lo que estaba tapado. Dar a conocer lo que muchos no querían que se conociera.
La periodista Vicky Dávila encarna hoy el sentimiento de oposición que muchos partidos políticos han abandonado, pues queda claro que solo el Centro Democrático ha hecho esta tarea desde el Congreso de la República y desde algunas Gobernaciones y alcaldías, a lo que podemos sumar al alcalde de Medellín, elegido por el grupo Creemos. De ahí para allá y en una mirada por los otros partidos, algunos de sus miembros han recibido de manera individual o en conjunto las “bondades” del actual gobierno para que sean apoyados los cuestionados proyectos de ley o las reformas dañinas como la de la salud, que queda demostrado ha deteriorado en grado sumo la atención de los usuarios y pacientes por toda la geografía nacional.
De esta persecución sin fundamento, o mejor, con el único propósito de que no se conozcan las malas actuaciones de algunos miembros del gobierno central, puede resultar que Vicky Dávila, la periodista, se convierta en la Outsider colombiana para las próximas elecciones y que en ella confluyan todos los sentimientos y respaldos para que sea la candidata más fuerte de la derecha, que albergue la esperanza de un modelo diferente del ejercicio del poder que un inmenso porcentaje de los colombianos hoy están añorando.
El archivo definitivo de una investigación que acaba de hacer la fiscalía, demuestra que la periodista tenía la razón y que camina con paso firme en sus denuncias e informaciones y que la verdad prima sobre todo, cuando el ejercicio periodístico se hace con responsabilidad y la libertad de prensa se pretende acallar.