¿BOMBARDEAR NIÑOS?

Editorial El Occidental

Con este interrogante corto, preciso e impresionante, los opositores del gobierno de Iván Duque en 2019 denunciaban ante el mundo las supuestas atrocidades de las fuerzas militares legítimas del estado colombiano. Encabezados por el hoy presidente Petro y por los candidatos Iván Cepeda y Roy Barreras y los mismísimos hoy mudos Congresistas de la izquierda “incorrompible”  condenaban al estado colombiano y a su aparato militar por la inconcebible operación en el Guaviare, de bombardear un campamento de terroristas dónde lamentablemente había niños y caín menores de edad bajo las “balas asesinas del estado”.

Ahora cuando pasa lo mismo y en las mismas latitudes solo se escucha el ruido de sus silencios estúpidos.

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Queda claro que no se puede asesinar a los menores de edad, queda claro que ellos tienen que estar por fuera del conflicto y por fuera de las bandas criminales que los recluta; pero también queda claro que el estado y la fuerza pública legítima tiene el deber constitucional de preservar la vida de todos los colombianos, pero ello no obsta a que también tiene la obligación constitucional de combatir a los terroristas. Terroristas que violan diariamente el Derecho internacional Humanitario que prohibe tener menores de edad entre sus filas.

Hace seis años apoyamos a nuestras fuerzas militares cuando bombardearon los campamentos de los criminales de las bandas narcoterroristas y allí cayeron menores de edad, recibimos las críticas de quienes incesantemente nos preguntaron ¿Bombardear niños? No señores, no estaban bombardeando niños, estaban dando de baja terroristas de la peor calaña y allí, esos terroristas tenían niños que usaron como escudos humanos. Una vez más hoy como ayer, los bárbaros son los reclutadores de niños.

Hoy nuestra coherencia mental e ideologica y nuestra capacidad de opinión, nos permite decir lo mismo, apoyamos el ejercicio legítimo de nuestras fuerzas armadas constitucionales, y nuevamente condenamos a los terroristas por tener niños en sus filas y campamentos. Hoy condenamos el silencio cómplice de la ONU, condenamos la actitud irresponsable del gobierno nacional ayer en oposición y hoy gobernando, con una fracasada paz total que le permitió en tres años de todo a los criminales, quienes se rearmaron en un propósito tal vez concertado.

¿Dónde están los defensores de derechos humanos que ayer lloraban? ¿por qué hoy algunos callan? Simples mercaderes de la ideología destructiva e incoherente de una izquierda solapada e inepta.

Claro que el Ministro de defensa Pedro Sánchez tiene que renunciar, pero no por este bombardeo, sino por haber mancillado el honor del uniforme que hasta hace poco vistió y que luego guardó y traicionó a sus soldados, al cohonestar con este gobierno inepto y cómplice de los grupos narcoguerrilleros y narcoterroristas a quien le cambiaron la paz total, por una impunidad total. Por permitir que este gobierno desastroso deje secuestrar, humillar y acribillar a sus soldados y policías, por eso sí debe renunciar.

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FOTOPORTADA: tomada del medio El País (Operativo militar en Colombia, en una imagen de archivo. NICOLO FILIPPO ROSSO (BLOOMBERG)

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