DIANA GARRIDO, UN PEQUEÑO HOMENAJE A LA ETERNA ALCALDESA DE ARBOLETES

Por: Balmore González Mira

Siempre he sostenido, a lo largo de toda mi vida, que dos sentimientos tienen que marcar la existencia del ser humano, la lealtad y la gratitud, y eso recibí de Diana y eso le entregué a esta gran mujer, además de una amistad sincera en todo el sentido de la palabra.

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La conocí en los primeros días de su administración como alcaldesa de Arboletes en el 2012, casualmente en un vuelo a Bogotá, dónde, como siempre lo hizo, iba de afán a hacer sus diligencias de gestión para las comunidades de su amado municipio; en ese momento acababa de terminar mi tarea como alcalde de mi natal Frontino. Por las Diosidencias de la vida, nos tocó el mismo asiento y ahí comenzó lo que fue una gran amistad. Diana, después de este diálogo aéreo, me pidió que la visitara en Arboletes para que la asesorara en algunos temas. Toda su alcaldía estuvimos acompañándola en su tarea administrativa, que nos llenó de satisfacciones por su gran gestión.

Mi vinculación a la zona de Urabá como gerente del contrato Plan Atrato Gran Darién me permitió conocer de cerca su gran administración y su trabajo incansable por las comunidades y comenzar a ver la transformación que ella lideró de Arboletes, de la cual fui testigo de excepción.

Terminó de manera muy reconocida su primera alcaldía y ahí comenzó a mostrar un liderazgo regional. También supe de primera mano, cuando rechazó ser candidata a la Asamblea y a la misma Cámara de Representantes, transformar a Arboletes era su sueño y a fe que lo logró.

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En el 2018 me abordó con su entusiasmo y seriedad y me dijo que aspiraría nuevamente a la Alcaldía, me pidió acompañarla y asesorarla en temas de marketing político y comenzamos por definir su color y eslogan de campaña, del cual la convencí para que fuera fucsia y en la figura de ella por su liderazgo, fuerza y energía. Me dijo que el posible machismo de sus coterráneos no les iba a dejar colocar sus camisetas y gorras con ese color. Hicimos el primer ensayo y ellos fueron los que más rápido se las colocaron y se agotaron inmediatamente, como un homenaje y respeto a su líder natural.

La acompañé con todo el entusiasmo y con las limitaciones legales de mis cargos públicos, siempre me preguntaba por muchos temas y hoy lo digo con tranquilidad y alegría, Diana siempre escuchó consejos y fijó con fundamentos sus posiciones. Ganó la alcaldía y comenzó nuevamente su tarea dinámica, agotadora, pero incansable, hasta el último minuto de su mandato y hasta el último de su existencia, cuando estaba pendiente de cada uno de sus amigos.

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A Diana, literalmente, lo digo con conocimiento pleno, le importó más su pueblo y su comunidad, su compromiso de trabajar día y noche por su gente, que cuidar de su salud. Este escrito lo dejo como un pequeño homenaje a la incansable dirigente, líder, Madre, esposa, hija, hermana y amiga.

Y digo que es mi pequeño homenaje, porque sin lugar a dudas, Diana fue una gran dirigente que escribió su nombre en letras inmensas en la historia de Arboletes, de Urabá y de Antioquia toda. Su funeral y despedida, que aún nos parece mentira, demostró cuánto la amaba su gente, sus compañeros de causa, sus ahijados y hasta sus adversarios. ¡Cómo la amaba y admiraba todo un pueblo! El 5 de abril del 2024 será una fecha muy importante, pero muy triste para quienes conocimos a Diana Garrido, pero también será una que vaya en grandes letras, en mayúsculas escritas, en la historia de Arboletes, como el momento en que este pueblo perdió a la líder más grande que haya dado esta tierra en lo que se recuerde de su existencia. A su valiente Mamá, a sus hermanos, a Carlos, su Esposo, a sus dos hijos, familiares y amigos, les digo que Diana por siempre será inmortal en nuestro recuerdo como una gran líder, de las que pocas o que nunca vuelven a nacer.

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