Por: Mateo González Betancur
En el occidente antioqueño la política parece ser un espectáculo de sombras, donde la falta de visión ha sumido a la región en un letargo de más de 20 años. Como si fuera una tragedia griega, los habitantes de esta tierra han sido testigos mudos de una obra en la que los líderes políticos han actuado como actores sin guion, sin rumbo, sin destino.
La desfinanciación del túnel del Toyo, una obra vital para la conectividad y el desarrollo de la región, es solo la punta del iceberg de la negligencia política que ha caracterizado a nuestros líderes. Mientras el túnel yace incompleto, como un monumento a la ineficacia gubernamental, los campesinos de la región luchan contra el hambre y la pobreza, olvidados por aquellos que deberían velar por su bienestar.
En las comunidades alejadas, la falta de inversión se siente como un golpe al corazón, dejando a sus habitantes en un limbo de necesidades sin satisfacer. Mientras tanto, los políticos parecen estar más preocupados por sus propios intereses que por el bienestar de quienes los eligieron para representarlos.
Es hora de que despertemos de este letargo, de que exijamos a nuestros líderes políticos que actúen con responsabilidad y visión. Es hora de que dejen de lado las disputas partidistas y se pongan a trabajar por el verdadero progreso de nuestra región. El occidente antioqueño merece líderes que piensen en grande, que sueñen en grande y que actúen en grande. Solo así podremos romper las cadenas del olvido y abrirnos camino hacia un futuro lleno de oportunidades y esperanza.
Espero que los nuevos líderes, alcaldes y alcaldesas que inician, sean más aventajados y aprovechen al gobernador cercano, con buen trato y con amor a nuestra tierra antioqueña. Que vean en él un aliado para sacar adelante a nuestra región y construir un futuro próspero y equitativo para todos. Solo falta que los antioqueños sigamos siendo ejemplo en el país de perseverancia, pujanza y resiliencia, a pesar de tener un presidente que ha demostrado su falta de compromiso con nuestro departamento.
Terminar las vías de Cuarta Generación y el túnel del Toyo no solo significaría un avance en la infraestructura de la región, sino que también representaría un paso hacia adelante en el camino hacia el progreso y el bienestar de todos los habitantes del occidente antioqueño y de toda Colombia. Es hora de que nuestros líderes políticos tomen acción y cumplan con sus compromisos hacia nuestra región. Juntos, podemos construir un futuro mejor para todos.