Las lluvias que no cesan y la crisis invernal en todo el departamento, tienen a esta región antioqueña en la peor emergencia que por este concepto haya vivido en lo que se recuerde de su historia reciente.
Desde Caldas, el último municipio del sur del área metropolitana, pasando por Bolombolo, corregimiento de Venecia, y desde Anzá al suroccidente, pasando por Concordia y Betulia, llegando Urrao y al cruzar a Salgar, Andes y Ciudad Bolívar y así sucesivamente, la bella, productiva y turística región del Suroeste vive sus peores momentos en materia de afectaciones por el invierno.
“Las montañas se están derritiendo literalmente”, nos dice un habitante de la región que en sus 60 años de edad jamás había visto lo que hoy están padeciendo todos los municipios y habitantes de la emblemática subregion paisa. Y es que la situación está en su peor momento, las vías están taponadas a pesar del inmenso esfuerzo que ha hecho la Gobernación de Antioquia y el Invías por habilitar los tramos en Remolinos y en la zona del Barroso para dar paso por la arteria que lleva inclusive hasta el departamento del Chocó hacia su capital Quibdó.
Las vías secundarias, aquellas que comunican a los municipios entre sí, no resisten un derrumbe más; todos los Consejos municipales de Gestión del Riesgo están en alerta máxima permanente; la calamidad pública y el estado de emergencia han sido declarados en varios de los municipios. Algunos han lanzados SOS angustiosos ante los gobiernos departamental y nacional. Y no es para menos, los deslizamientos de tierra, las inundaciones y los desbordamientos de sus ríos son el pan de cada día y muchos de sus habitantes elevan plegarias para que cesen las lluvias, que al parecer cada día serán más fuertes. Ningún municipio se ha salvado, unos más y otros menos afectados, todos lo han padecido.
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“Las afectaciones en cultivos, propiedades y Turismo son incalculables, por ejemplo en los municipios de Jericó y Jardín, acostumbrados a ver llenos sus hoteles y parques los fines de semana, la hotelería está con una ocupación inferior al 10%; los comercios están menguados y algunos propietarios están optando por cerrar temporalmente. Los abarrotes escasean en algunos lugares”, nos cuenta otro residente en esta región.
Este fin de semana cuando se esperaba una apertura vial, un nuevo taponamiento del rio impide al menos un paso provisional, sumándole a esto, el riesgo que está latente en la variante de Caldas, vía más importante para llegar al Suroeste desde la capital de Antioquia. Mientras todo esto ocurre sus habitantes y transportadoree están buscando todo tipo de vías veredales alternas para sus recorridos, mientras la gobernación de Antioquia sigue atendiendo con responsabilidad esta grave crisis invernal que no es solo de su competencia.
