Editorial El Occidental
La miserable orden de asesinar a Miguel Uribe Turbay cumplió su propósito este 11 de agosto; los criminales no solo querían atentar contra el valiente Senador y precandidato presidencial, sino también, querían matar la esperanza de millones de colombianos que veían en Miguel al más connotado líder que fue capaz de denunciar y alzar su voz contra la delincuencia que se instaló nuevamente en Colombia.
Como un Congresista brillante, vehemente, serio, capaz y muy claro, Miguel Uribe se convirtió en el símbolo de la oposición; como precandidato instaló con valentía su bandera de campaña con el slogan “Para que vuelva la Seguridad” y sobre este principio que resulta ser un bien material e inmaterial de la humanidad, basó toda su propuesta con la que estaba recorriendo el país.
Un joven lleno de conocimientos, de sabiduría, de ganas, estaba allanando el camino dentro de su partido Centro Demócratico para ser su candidato; llegaba fácilmente a quienes lo escuchaban hacer sus propuestas; su última intervención pública, antes de la que le costó la vida, la hizo en Asobancaria, allí se robó la atención. Su preparación y capacidad llenaron el escenario de pragmatismo y tranquilidad.
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Siempre expresó su preocupación por la inseguridad del país, la misma que se lo llevó cuando apenas comenzaba a prestarle sus buenos servicios a la patria.
Hoy, como el pasado 7 de junio volvemos a gritar con rabia, con dolor, con impotencia, ¡canallas, asesinos!, pero como nos lo enseñó el mismo Miguel refiriéndose al asesinato de su Madre, Diana Turbay, “Los perdono, pero no lo olvido”, Colombia jamás olvidará este magnicidio que nos devuelve a más de treinta años en la historia.
Jamás olvidaremos que Miguel pidió protección, jamás olvidaremos que de muchos rincones le dispararon palabras de odio que abrieron el camino para que fueran una balas asesinas las que terminaran con su vida, para que acabaran con la esperanza de millones de colombianos.
Así como jamás olvidaremos a Miguel Uribe, mantendremos vivo su legado “Para que vuelva la seguridad”; seguridad en el campo, seguridad en las calles, seguridad jurídica, seguridad en la salud, seguridad en la educación, seguridad en la inversión.
Hoy más que nunca los colombianos de bien nos tenemos que unir, los precandidatos de Centro Derecha tienen una inmensa responsabilidad con el país, sus aspiraciones tienen que estar pensadas en un bien superior donde prime el interés de la Nación y la República Demócratica esté por encima de cualquier aspiración individual.
El mejor homenaje que Colombia toda puede rendirle a Miguel Uribe Turbay, es cuidar su legado “para que vuelva la seguridad”, porque siempre lo expresó “Sin seguridad no hay Paz”.
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