El OCCIDENTAL en compañía de dos medellinenses que llevaban más de un año por fuera del país, uno en Australia y la otra en Brasil, hicimos el ejercicio de acompañarlos en algunos lugares de la bella ciudad para conocer sus impresiones.
Salimos a recorrer varios lugares de la capital paisa y dentro de ellos uno de los más emblemáticos, histórica y turísticamente conocidos, toda la avenida 70 y sus alrededores, dónde definitivamente hay una zona de servicios crecientes entre centros comerciales, hoteleros, bares, restaurantes y diversidad de tiendas, oficinas, consultorios y establecimientos comerciales de todo tipo abiertos al público, es todo un desastre.
En la caminada entre las carreras 65 y 73 y las calles 43 y 48 incluidas las circulares de la Bolivariana hacia San Juan, encontramos lugares donde no cabe una basura más; increíblemente nos contaron sobre el cierre obligado de un restaurante de Sushi que tomó la lamentable decisión porque los desechos y roedores no le dieron tregua y los visitantes se ahuyentaron al ver estos pequeños animales a pocos metros de su mesa.
Admiración y asombro por la ciudad
Sus acompañantes extranjeros no paraban de admirarse de la belleza de la ciudad, pero de asombrarse de las basuras regadas por cuanta esquina caminaban. Se fascinaron con la comuna 13; pero el brasilero quedó asustado con las basuras a una cuadra del estadio de fútbol que es un referente para ellos en Brasil.
Lea también: ALCALDESA DE FRONTINO CUMPLE CON SU PROMESA A LAS COMUNIDADES RURALES
Empresas Varias de Medellín y las JAC
Pudimos hablar con servidores públicos, que guardan la reserva de su nombre sobre el tema de que las Empresas Varias de Medellín (Emvarias) pudieran ser más proactivas, y su respuesta es que vienen haciendo muchas más acciones para recoger las basuras mal colocadas en todos estos lugares, pero que cada día hay más dificultades y más habitantes de calle que las están destapando y regando por todo lugar.
Consultamos a un miembro de la Junta de Acción comunal del sector y manifiesta que con llamadas a las Emvarias de manera inmediata acuden para hacer la recolección, pero que la indisciplina de los mismos residentes y de muchos comerciantes es impresionante. De bares, hoteles y servicios Airbnb, tiran las basuras a todo lado sin mirar los horarios y rutas de recolección.
Los ruidos y chivas rumberas
Los visitantes se quedaron extrañados por el ruido de los bares y discotecas, “no se puede hablar y tampoco dormir”, manifestaron. La colombiana residenciada en Brasil nos manifestó: “es increíble que a la puerta del apartamento de mis padres haya llegado una chiva rumbera a las 8 de la mañana a hacer fiesta, música a todo volumen y todos los pasajeros amanecidos. Esta ciudad está sin control. No contentos con eso, botaron la basura que traían al piso”.
Lo cierto es que las autoridades solas no alcanzan a recuperar nuestra ciudad, para que vuelva a ser ejemplo nacional de la tacita de plata, los ciudadanos tenemos una gran corresponsabilidad en esto.
Preocupaciones e interrogantes.
¿Por qué no es posible el control a los comerciantes?, ¿Dónde están los agentes del orden público?, ¿Cuándo entenderán los comerciantes que ellos son los más perjudicados con las basuras en todo lado?, ¿Cómo hacerle entender a los comerciantes de hoteles, Airbnb, bares y restaurantes, que tener limpios los entornos les atraerá más turismo y riqueza?, ¿Si hay códigos que establecen multas, sanciones y cierres para estos contaminadores por qué no se aplican?
Ayudemos entre todos a una administración que quiere hacer bien las cosas en Medellín, para que volvamos a vivir en la Tacita de Plata, “La Ciudad de la Eterna Primavera”