Por: Félix Alfázar González Mira
“En el alto de Otramina ganando ya para el Cauca, me topé con Martín Vélez en que semejante rasca, me topé con Toño Duque montado en su mula blanca, me topé con míster Grey, el de la taeña barba …” En este precioso y vivencial poema, “Relato de Ramón Antigua”, León De Greiff narra la aventura con sus amigos de recorrer “El Bredunco, que otros dicen Cauca” desde ese corregimiento de Titiribí hasta el municipio de Anzá cuando se desempeñaba como empleado del Ferrocarril en Bolombolo.
El presidente Carlos E Restrepo, en su juventud, disfrutó las vibraciones aventureras de navegar el Río en una balsa entre Anzá y Santa Fe de Antioquia, dejando sus impresiones en una bella crónica, “Cauca Abajo”, narrando circunstancias de acontecimientos fluviales que los bogas o “baquianos”de la época, le contaban sobre la “sicología” accidentada del Río. Episodios de naufragios de personas y familias eran frecuentes por aquellas épocas ante la fragilidad de las embarcaciones y los rápidos, remolinos y tumbos que se sucedían por la accidentada geografía del lecho del segundo río de la patria. ¡No se le escapó la tragedia familiar del fundador del Partido Conservador, presidente Mariano Ospina Rodríguez, al recordar el ahogamiento de sus dos hijas en las orillas de la Hacienda Obregón de la Ciudad Madre y la celebración de las fiestas más antiguas del departamento, toda vez que iban a disfrutar la de Los Diablitos; y claro! La terminó en el Paso Real, donde estaba la Barca Cautiva.
Un empresario, político y académico ha querido que se vuelvan a recrear esas aventuras antiguas narradas por el poeta y contadas por el expresidente, cuyo eje longitudinal es el Río. Y empezando en el puente Histórico, Río Arriba, construir muelles en cada uno de los territorios de los municipios que permitan a estos mostrarle al mundo y a los colombianos toda su carga de historia, gastronomía y cultura integral en todas las materias que ello encierra y simultáneamente, acariciar y profundizar en el conocimiento del Cauca, para hacerlo más cercano y establecer con él una relación amistosa en la que se generen sinergias productivas para el mejoramiento de la sociedad, el territorio y de él mismo.
Iván Darío Agudelo ha construido un hotel, único en la ribera del Cauca, con buen paisaje, panorámica y divisa; para empezar a rescatarlo hacia el turismo nacional e internacional. Empezó por bautizarlo con el nombre del instrumento de transbordo del río antes de la construcción del Puente Histórico por el ingeniero José María Villa, La Barca Cautiva. Desde el Hotel Cautiva, que ciertamente es cautivante, busca concitar a todos los estamentos regionales hacia la formulación, aprobación y consolidación de un proyecto que está urgido de su realización para el goce y solaz de todos los visitantes. A hora y media del aeropuerto internacional, con el disfrute de tres pisos térmicos, una hora del aeropuerto local, de las terminales de transporte y de la segunda región de Colombia con mayor población; está llamado este proyecto, Río Cauca Arriba, a contribuir en la transformación de la región en su economía turística, generación de desarrollo, ingreso y empleo para sus gentes.
Si seguimos de espaldas al río, De Greiff lo seguirá describiendo “como que hierve de rabia” y el presidente Carlos E preferirá utilizar la mula ofrecida para llegar a Santa Fe de Antioquia por camino paralelo a él en vez de haberlo navegado en balsa.