La falta de garantías de migración ha llevado a más de 1.500 personas a quedar represadas en los municipios del Urabá antioqueño, mientras se espera una solución para continuar su recorrido hacia Chocó y la selva del Darién. La situación ha generado preocupación por posibles problemas humanitarios y de salubridad en la región.
La captura de dos capitanes de una embarcación que transportaba personas desde el Urabá antioqueño hacia Chocó ha desencadenado una nueva crisis migratoria en la región. Las empresas transportadoras han decidido suspender sus operaciones y dejar de vender tiquetes a población migrante, argumentando falta de garantías para realizar su labor.
En un Consejo Extraordinario de la Mesa Migratoria, los transportadores manifestaron que no hay claridad en las condiciones para transportar personas sin riesgo de ser capturados y procesados por tráfico de migrantes, como ocurrió con los dos capitanes el pasado 23 de febrero.
Esta decisión afecta a seis empresas que operan en los puertos de Turbo (cuatro empresas) y Necoclí (dos empresas). Los transportadores solicitan que las autoridades competentes en los puertos realicen los controles para establecer quiénes pueden ser transportados y quiénes no, certificando la condición migratoria de los pasajeros.
Debido a esta situación, más de 1.500 personas se encuentran represadas en los municipios del Urabá antioqueño, a la espera de encontrar una solución para continuar su recorrido, inicialmente hacia Chocó y posteriormente hacia la selva del Darién para seguir hacia Panamá. Existe preocupación por la llegada de más migrantes en los próximos días y el impacto humanitario que esto pueda generar.
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Las autoridades locales han pedido la intervención del Gobierno Nacional para solucionar esta problemática. Mientras tanto, el gobierno de Panamá ha anunciado que continuará con los operativos para controlar la migración por el Tapón del Darién, donde diariamente pasan más de 1.600 personas con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
El cese de actividades de las empresas transportadoras marítimas del Urabá antioqueño durará, por lo menos, hasta una reunión con autoridades nacionales para definir las reglas de juego y poder continuar prestando el servicio sin problemas legales.
