Editorial Noviembre 2024
Las últimas noticias sobre la economía del país y el efecto negativo que en ella produce la inseguridad, han conducido a un desconfianza inversionista tanto de capitales nacionales como extranjeros. Y lo que es mas grave, la fuga de capitales se ha hecho más evidente cada que la inseguridad de las regiones y la misma inseguridad jurídica rodean el ambiente nacional de incertidumbre.
Pese a los anuncios oficiales de generación de empleo, crecimiento económico y baja inflación, aunque en las calles y sobre todo en el mercado y en las cuentas de servicio, la canasta familiar y la economía básica de los hogares, sigue resentida, en parte por los paro y bloqueos, que encarecen estos productos en esos momentos, pero que una vez normalizada la situación, jamás vuelven a bajar de precios.
En el departamento de Antioquia y para orgullo nuestro, en medio de la adversidad, recuperamos el sentimiento de la pujanza paisa y en un
vistazo general por las regiones se nota la capacidad de trabajo de los antioqueños y su deseo de montar empresa, generar riqueza y sacar adelante a las comunidades. Nuevos emprendimientos, desde la producción agropecuaria, la transformación de algunos productos, la apertura de hoteles y restaurantes, muy a pesar de que de estos últimos, se conocen cifras lamentables del cierre de cuatro restaurantes por día en el país.
En Antioquia, de norte a sur y de oriente a occidente, se nota la confianza en los actuales mandatarios, encabezados por Andres Julian Rendon que como Gobernador sigue demostrando que su forma y estilo van dejando sembrada una esperanza en todos los rincones del departamento; atento a la seguridad, apoyo a los alcaldes y sensible a las causas sociales y muy presto a mejorar los entornos de infraestructura, educación y salud, en las poblaciones.
Unido a lo anterior, al efecto que sobre las regiones riega Medellín, sí que ha recuperado la confianza de todos los antioqueños con la gada de Fico al poder de la capital y esa alianza que diariamente fortalecen entre la Alcaldía de Medellín y la Gobernación.
El Suroeste, tan golpeado por decisiones de este gobierno nacional ha encontrado en el gobernador su apoyo para resolver temas álgidos, para muestra mencionar la seguridad de la cosecha cafetera y el tema de las insensatas propuestas de cierres de vías, frente a las cuales desde el ente departamental siempre ha habido solidaridad con estos paisanos.
En Occidente se notan los deseos de alcaldes, empresas y academia de seguir construyendo un futuro que ya es presente, y no se diga de la dinámica económica de Urabá, que a pesar de las dificultades políticas de los últimos meses, siguen adelante sin parar y como si esa problemática no afectara. Jamás cesa en su desarrollo y producción.
Regiones estas, Suroeste, Occidente y Uraba, que parecen siamesas, toda vez que las une una indisoluble necesidad de estar conectadas por arterias viales, llenas de oportunidades económicas y unas razones históricas y antropológicas, que siempre las harán más fuertes en su integral desarrollo y evolución, son el ejemplo de la unidad que se requiere en el departamento, para mostrarle al país, que a pesar de todo, si podemos. Y que Antioquia avanza firme!