Bajo la premisa de que la cultura transforma realidades, el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA) convocó a más de 70 directores y líderes culturales de todo el departamento en un encuentro que trascendió la simple reunión técnica para convertirse en un espacio de diálogo profundo, aprendizaje colectivo y compromiso con el futuro cultural de los territorios.
El Encuentro Anual de Directores de Cultura de Antioquia se consolidó como un escenario vital para fortalecer la articulación entre municipios, fomentar el intercambio de saberes y trazar estrategias que permitan que el arte, la memoria y la participación ciudadana sean motores del desarrollo social.
La agenda académica, cuidadosamente diseñada, ofreció herramientas concretas a los gestores culturales: desde la financiación de proyectos y la formulación de políticas públicas, hasta el uso de nuevas tecnologías al servicio de la cultura. Un momento destacado fue el conversatorio liderado por el director del ICPA, Roberto Rave Ríos, quien moderó una conversación enriquecedora entre Diana Elisa Arango Tobón, experta en economía cultural, y Jonathan Daniel Gómez Zapata, doctor en economía.
Rave Ríos, con un enfoque claro y decididamente transformador, planteó tres pilares sobre los cuales se está construyendo la política cultural del departamento: “Primero, que los antioqueños puedan vivir dignamente del arte mediante el emprendimiento cultural; segundo, no quedará ningún ‘Elefante Blanco’ en Antioquia, ya estamos recuperando siete obras inconclusas; y tercero, este año viviremos la gran Bienal de Cultura, una celebración sin precedentes”, aseguró.
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Este encuentro no solo reafirma el compromiso de la Gobernación de Antioquia, liderada por el gobernador Andrés Julián Rendón Cardona, con el desarrollo cultural integral, sino que también pone en el centro la necesidad de una cultura viva, incluyente y participativa, que no solo celebre las raíces y la identidad, sino que construya nuevas formas de habitar el territorio desde el arte.
En Antioquia, la cultura no es un adorno: es una herramienta de transformación. Y esta reunión fue prueba de que, cuando se reúnen las voces de quienes día a día trabajan por sembrarla en sus comunidades, el futuro se construye con más fuerza, más color y más sentido.
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