Por: Balmore González Mira
Me ofrezco a la defensa de los buenos jueces, a los que les gusta bailar bien.
“En Caquetá, la jueza Marienela Cabrera enfrenta un proceso disciplinario por subir videos bailando en su cuenta de tik tok. Esto tras una queja que la señala de afectar el decoro de su profesión”, así es la información que encontramos en la Web de la gran profesional del derecho y juez de la República que hoy es investigada “estúpidamente” por sus superiores.
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Pero también en las redes nos encontramos a esta misma juez que baila bonito en sus videos y que además con una buena pedagogía enseña a través de tips, asuntos del Derecho y la justicia. Veamos entonces los “delitos” o las faltas disciplinarias por las cuales se le señala a la acuciosa juez de la República a la que se le imputan conductas impudicas. Esto encontramos: Es una juez de la República, es mujer, es madre, es bonita, sabe bailar, entretiene mientras enseña en sus vídeos, y sobre todo cumple con sus metas calificadas a diciembre de 2024 en un 137%. Son acusaciones suficientes para que se le investigue y sancione por faltas contra el decoro, ¡Qué maravilla!
Lo que Colombia necesita son jueces y fiscales que bailen como Marienela Cabrera, que cumplan con sus deberes de buena funcionaria pública que sobrepasen sus porcentajes de rendimiento y que luego se dediquen a bailar, a enseñar y mostrar que la justicia sí funciona en nuestro país. Deberían investigar y sancionar a los que año tras año sus indicadores no se mueven, nunca logran las metas; no saben bailar con sus expedientes y solo se dedican a hacer eterna la justicia. Deberían sancionar a los jueces y fiscales que sus despachos sí son realmente eróticos “porque todo lo que llega allá se para”.
Podríamos también afirmar que se están invirtiendo los valores de la interpretación de las normas, de la justicia y de las sentencias, a los jóvenes y también a jueces y fiscales que están consumiendo drogas en unas dosis personales dañinas y mortales hay que dejarlos y respetarles por aquello del fatídico “libre desarrollo de la personalidad”, pero a quien baila bonito hay que sancionarlo. ¿Somos estúpidos los colombianos? Pareciera, nos dicen en otras latitudes.
Entro pues en la larga fila de los abogados de Colombia que apoyamos y defendemos a la jueza investigada, a la que cumple con creces sus deberes, a la que hoy nos enseña cual debe ser el verdadero baile de los jueces.
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