Editorial El Occidental
De conformidad con la primera encuesta de este año realizada por la firma invamer para medir a los colombianos durante los meses de enero y febrero, la seguridad sigue siendo lo que más agobia a la mayoría de sus habitantes en los dos primeros meses de este año.
La felicidad de los seres humanos tiene varios factores de medición, desde la satisfacción de sus necesidades básicas, pasando por la riqueza para el disfrute, hasta la tranquilidad con la que pueda vivir.
Los más grandes tesoros del ser humano son la seguridad y la libertad y con ellos la libre movilidad y poderse desplazar a cualquier lugar sin ser perturbado por acciones violentas o generadas por los mismos humanos.
De conformidad con la medición bimensual correspondiente a los meses de enero y febrero de 2025 los problemas de orden público y la inseguridad, el desempleo, el pésimo desempeño del gobierno y la corrupción, son los problemas que más desvelan a los ciudadanos. La inseguridad es lo que más preocupa a los colombianos, en enero y febrero esta alcanzó el 31% entre el grupo de las preocupaciones consultadas por Invamer.
En cualquier análisis sobre los valores de la humanidad siempre está en los primeros lugares la libertad, también como un bien supremo estimado como invaluable. La libertad solo se logra con la seguridad. Cualquier esfuerzo legal que se haga para llegar a la seguridad siempre será bienvenido dentro de una democracia.
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La seguridad genera libertad, tranquilidad, desarrollo, crecimiento económico, democracia, sostenibilidad, solidaridad, honestidad, responsabilidad, cohesión social, en fin, la seguridad genera sociedad, entendida esta como ese grupo de personas que comparten normas, valores, tradiciones, lenguaje y una estructura social que regula las relaciones y la convivencia.
Desde El Occidental alzamos la voz para clamar por la seguridad, es decir por la libertad, rechazamos la violencia de cualquier tipo y de donde venga. Respaldamos todas las iniciativas legales para derrotar la inseguridad, insistimos en no seguir dando concesiones a los criminales; el estado tiene la obligación de proteger la vida, honra y bienes de los ciudadanos y la seguridad es un Derecho Constitucional que no es ni negociable ni renunciable. La seguridad es la libertad y de ella parten los demás derechos constitucionales de todos los ciudadanos. Esto siempre será posible dentro de un estado de derecho, donde sus gobernantes cumplan el mandato entregado por el constituyente primario, no dónde se valore más al criminal que al empresario no dónde se valore más a quien delinque que a quien cumple la ley.
