¿QUIÉNES RODEAN A LOS GOBERNANTES?

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Por: Balmore González Mira

Siempre me ha parecido muy extraño  el cuento aquel de que no importa si un gobernante está preparado o no para ejercer su cargo, pues solo basta que se rodee bien y con eso es suficiente. Voy a dar mis apreciaciones personales sobre lo que considero no debe ser un axioma para hacer un buen gobierno. Tampoco basta con que el gobernante solo esté bien preparado, también debe rodearse bien. Este, que pareciera un galimatías, es, desde mi punto de vista, un mensaje claro. Me explico. 

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Un gobernante preparado no es aquel que toda la vida ha estado en el servicio público, puede ser que allí esté por otras razones diferentes a ser un gran servidor o un excelente funcionario. A veces hasta creo que las hojas de vida son engañosas, a tal punto que muchas están llenas de certificados académicos comprados o que nada representan en el aprendizaje de quien lo ostenta. Tampoco es suficiente rodearse de los mejores, pues si quien dirige es incapaz o malo, el barco puede quedar a la deriva y quién asuma de capitán, pudiera estar muy bien preparado para ser un excelente funcionario, pero no para gobernar.

El gobernante ante todo debe ser un gran servidor público, que no le de pereza servir, que ame lo que hace y que lo haga con gusto. No todo candidato ganador es buen gobernante, hay demasiadas frustraciones que podrían ilustrar esta afirmación. 

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Quienes rodean al gobernante deberían, al igual que aquel, recibir cursos intensivos de urbanidad y humanidades; por lo general el poder, en algún grado, nos llena de egos y soberbia, en la mayoría de las veces excesivamente dañinos.

Si el gobernante es bueno y está preparado, por lo general se rodea de buenos y preparados. Sin embargo hay modelos desastrosos, de gobernantes mal preparados para gobernar y mal rodeados, lo cual por lo general termina en toda una anarquía dentro del mismo gobierno, dónde la comunidad, las gentes y la sociedad en general es la que más daño recibe. Todo un caos.

Antes de cerrar este escrito pude ver la película ” Shadow Land” en la cual se ilustra un poco el daño que hace un mal funcionario asesor a un gobernante, cuando este confia plenamente en él y resultan demasiado malos sus consejos y sugerencias. 

Los mejores gobiernos resultan ser los que tienen gobernantes preparados para ello y están bien acompañados, pero eso sí, con un gran capitán del barco que planee, dirija, oriente, dé órdenes y tome decisiones oportunas, rápidas y acertadas. Es decir cuando hay un gobernante responsable.

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