Por: Balmore González Mira
Con motivo de la posesión de la Donald Trump en Estados Unidos, se ha agitado un poco la discusión sobre el papel de las primeras damas y obviamente en Colombia tampoco ha sido ajeno este debate.
En un recuento de lo que fue Melania Trump en la pasada presidencia, las opiniones estuvieron divididas en cuanto si fue protagonista o por el contrario mantuvo un comportamiento acorde a ser la cónyuge del político que gobierna el país más poderoso del mundo. Estos cuatro años siguientes siguió tan discreta, que solo volvió a brillar el día de la posesión de su nuevamente cónyuge presidente el 20 de enero anterior.
Este cuento viene a colación por lo que puede una primera dama representar para un país, un departamento o un municipio; su accionar está en el ojo diario de la crítica y se vuelve tan visible como ella desea o tan positivamente recordada como se comporte y como en el adagio popular “por sus obras las reconoceréis” o más exactamente como dicen las sagradas escrituras: “Por sus frutos los conoceréis”, es una frase de la Biblia que aparece en el Evangelio y que significa que a las personas se las juzga por sus obras, es decir, por el resultado que producen.
Así pues, podemos recordar a varias primeras damas de la Nación, que con mucha discreción y respeto recorrieron el país haciendo obras sociales y revisando las necesidades básicas de la población que nadie mira. Primeras damas que hoy son recordadas por su elegancia, buen trato a la gente y un comportamiento ejemplar e intachable en dónde llegaron con su presencia y despacho a servir. Primeras damas que jamás utilizaron mal los recursos públicos y que hicieron tareas notables para recordar y no fueron autoras de acciones para el olvido.
Igual sucede hoy con las actuales primeras damas del departamento de Antioquia y la Alcaldía de Medellín después de un año de estos gobernantes, las primeras damas no han generado el más mínimo ruido de escándalos o tráfico de influencias; pero revisando con lupa su actividad de todo el 2024 encontramos a Susana Ochoa Henao, la esposa del Gobernador, trabajando por las mujeres de regiones difíciles del departamento, con los jóvenes y niños. Y la primera dama del municipio de Medellín Margarita Gómez Marín, con agendas silenciosas y sin derroche de recursos pero mostrando resultados para ayudar en la difícil tarea de gobernar. Papeles serios y discretos pero productivos, así deben ser los papeles de las primeras damas.
