Editorial El Occidental
En El Occidental muchas veces hemos resaltado la valentía de esta verdadera líder venezolana que se ha enfrentado a los sátrapas que ostentan el poder de la dictadura del siglo XXI en el vecino país, anclada en las viejas prácticas stalinistas combinadas con el fascismo y el terrorismo de estado, dónde al opositor se le aplasta bajo las modalidades de desaparecerlo, apresarlo con falsos procesos, expulsarlo de su territorio o asesinarlo. En el caso de María Corina ha sido perseguirla e inhabilitarla, y a un así les ganó la presidencia con Edmundo González el 28 de julio de 2024. La de Venezuela es una dictadura además financiada por el narcoestado, que soporta el desprestigio y la condena de los estados verdaderamente demócratas del mundo.
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María Corina Machado es sin duda la nueva imagen de la libertad y la democracia en América y el mundo entero, preparada y valiente, capaz de enfrentar a los criminales solo con el arma de su discurso y la defensa de su pueblo. Hoy el universo la destaca como la líder mundial que es; no la que se autodenomina, sino la que realmente es.
Los venezolanos de bien, los demócratas y los que han recorrido el mundo producto de la migración, unos huyendo de la persecución del régimen, otros de la pobreza y otros más de la expropiación que les han hecho en el vecino país, celebran que se reconozca esta lucha por derrocar al tirano, por ganarle democráticamente en las urnas y que se les hayan robado los resultados. María Corina, la nueva heroína de la independencia de la vecina República.
Colombia, la demócrata, celebra este título que justamente es ganado, no es un Nobel como el qué, como muchos afirman, compró Juan Manuel Santos para Colombia en 2016, justamente después de robarse el plebiscito que las mayorías del pueblo en las urnas decidió con el NO, por una falsa paz que entregó a la Nación a las fauces de los narcoterroristas de las farc, en una impunidad total para quienes asesinaron, secuestraron, desaparecieron y violaron a miles de niños y mujeres. Jamás Colombia olvidará que Juan Manuel Santos sembró lo que hoy Colombia está padeciendo en la peor cosecha de un gobierno de izquierda, lleno de visos de la misma dictadura de nuestro vecino.
El premio Nobel de Paz 2025 tiene que servir para reflexionar sobre lo que pasa en Venezuela, pero también para que nos preocupemos más por Colombia, para que el 2026 no sea el mismo camino que ha vivido el país de María Corina, para que no nos roben en las urnas lo que realmente el pueblo colombiano desea fervientemente, que cese la horrible noche del peor gobierno de la vida republicana de nuestra nación, con un presidente que no merece llevar este noble titulo y que es el hazme reír en todo el mundo.
Felicitaciones a María Corina por el merecido Nobel y al pueblo demócrata de Venezuela. ¡Qué extraordinaria mujer! ¡Qué valiente líder mundial!
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