Por: Ana Ligia Mora Martínez
La seguridad es uno de los fundamentos de las naciones democráticas y uno de los fines esenciales del Estado. Estar libre de riesgos, abusos de poder, criminalidad y rupturas en la convivencia pacífica son aspiraciones legítimas de toda sociedad.
La seguridad, entonces, es un valor democrático sobre el cual se construyen los Estados, se consolidan las naciones y se garantiza su permanencia. Por esto, la seguridad debe ser una apuesta firme y continua de los gobiernos, dado que una vez es vulnerada, restituirla representa un gran costo para la sociedad y la nación.
Colombia vivió un momento de recuperación bajo el liderazgo del presidente Álvaro Uribe Vélez, quien logró restituir la esperanza y enfrentar con firmeza a la criminalidad que había oscurecido el futuro del país. Hoy, con profunda preocupación, vemos cómo se erosiona esa seguridad, reviviendo épocas llenas de miedo e incertidumbre por la acción de actores criminales y la claudicación del Estado. Cuando se pierde la seguridad, se pierde la esperanza.
Reconstruir la seguridad pública dentro de los principios democráticos, implica, entre muchos aspectos:
• Transformar instituciones para lograr un estadoaustero, eficaz y fiel a sus fines esenciales.
• Recuperar la confianza ciudadana por medio de la escucha y el diálogo efectivo; con acciones que demuestren la transparencia en el funcionamiento del estado.
• Garantizar que cada colombiano, sin importar su región o condición, pueda disfrutar de derechos y libertades, con las responsabilidades inherentes, en el marco de una coordinación entre el estado, la sociedad y las empresas; promoviendo así la salud, vivienda, educación, convivencia pacífica, empleo, emprendimiento, innovación y bienestar, restando espacio a la criminalidad.
Imaginemos una gran construcción, un edificio, que hemos construido entre todos y que no queremos que colapse, para ello hemos trabajado en que sea fuerte, moderno, que responda a nuestros retos y potencialidades, allí tenemos nuestros sueños; ese edificio se llama Colombia y como cualquier gran estructura, necesita bases sólidas para sostenerse, resistir cualquier amenaza o riesgo y proporcionarnos bienestar, esas bases se encuentran en la seguridad como un conjunto de circunstancias físicas, jurídicas, económicas, tecnológicas, sanitarias, ambientales, que siguiendo el ejemplo del edificio, son sus columnas, el concreto, las vigas, la vigilancia, la convivencia, los servicios públicos, la conectividad, el espacio físico y el entorno natural.
Sin esta base multidimensional que es la seguridad, cualquier intento de construir progreso será frágil, desigual e insostenible. La única forma de sostener el país y evitar su colapso, es que todos los que tenemos nuestros proyectos y sueños en él, decidamos si queremos conservarlo y asumamos como propósito compartido, rescatarlo de la ruina que llegaría con la degradación de la seguridad y la democracia.
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