En el municipio de Frontino, un grupo de mujeres participó en dos talleres transformadores enfocados en el empoderamiento y la conexión entre ellas.
El primero de estos encuentros, titulado “Estoy hecha de retazos”, ofreció un espacio para que las participantes reflexionaran sobre sus experiencias de vida. A través de la creación de una colcha de retazos, cada mujer plasmó en los pedazos de tela sus vivencias, sueños y emociones. Este ejercicio les permitió reconocerse y conectarse con las demás, fortaleciendo un lazo común de solidaridad y sororidad.
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En el segundo taller, realizado en la vereda Pontón, se abordaron las preocupaciones cotidianas mediante una dinámica con muñecos quita pesares. Las mujeres liberaron sus inquietudes personales y familiares, descargando en estos muñecos sus preocupaciones y encontrando alivio al compartir sus cargas emocionales.
Ambos talleres, impulsados por el grupo Mujeres Unidas por un hilo común, resaltan la importancia de crear espacios de apoyo emocional y crecimiento colectivo. Estos encuentros fortalecen los lazos entre las mujeres de la región, promoviendo la unión y el bienestar mutuo.
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